Las trabajadoras de Coca-Cola Fuenlabrada recibirán indemnizaciones hasta la jubilación

La victoria de ‘Coca-Cola en lucha’ supone un paso más en la lucha colectiva por la consecución de unas condiciones laborales dignas, aunque desde el colectivo advierten del peligro que corren el resto de plantas de embotellamiento de Coca-Cola España debido a la deslocalización de fábricas que está llevando a cabo la multinacional.

Foto: Trabajadores y trabajadoras de Cocacola manifestandose en Sol

La compañía Coca-Cola European Partners aún no ha habilitado un centro de trabajo para reubicar a las empleadas de la planta de embotellamiento de Fuenlabrada tras su cierre. Tal y como establece el acuerdo entre Coca-Cola y el comité de empresa, 70 trabajadoras serían despedidas en 2021 y, tras percibir la prestación por desempleo durante 2 años, pasarían a cobrar una indemnización mensual hasta la edad de jubilación (63 años). Este pacto fue generado en 2018 mediante vía judicial y con un acuerdo especial de la Seguridad Social, pues Coca-Cola se hará cargo de la cotización de cada trabajadora a través de la aseguradora Willis.

“Nos costó más de tres meses de negociación, pero una de nuestras exigencias fue el blindaje de las trabajadoras, es decir, que la empresa no pudiese someter a las trabajadoras a ningún ERE, ERTE y despidos colectivos. Como está ocurriendo ahora en las plantas de Málaga, Valencia o Barcelona”, afirma Alberto Pérez de ‘Coca-Cola en Lucha’.

Pérez ha declarado a LÍNEA SUR que la indemnización es compatible con el desempeño de un puesto de trabajo o la formación reglada, pero que esta es una decisión personal y libre pues hicieron “un acuerdo solidario entre todas las compañeras para acotar ‘salarios dignos’, una indemnización mínima, aunque algunas cobrasen menos”.

Tras cinco años de lucha en la calle y en los juzgados, ‘Coca-Cola en Lucha’ se ha convertido en un símbolo. “Hemos vencido de alguna manera. Obviamente, no hemos tumbado a Coca-Cola pero hemos doblegado a la compañía. Nosotras consideramos que fue nuestra lucha lo que hizo que retirasen a Marcos de Quintos de la presidencia de Coca-Cola España y le hicieran vicepresidente de Coca-Cola a nivel mundial, para quitarle de la división Ibérica”, añade Alberto.

Sin embargo, esta victoria judicial no ha impedido a Coca-Cola seguir con su plan de deslocalización de la producción. Desde ‘Coca-Cola en lucha’ declaran: “nos amenazaban con abrir una planta en el norte de África, en países del Este, donde ya están levantando macro fábricas y pagan sueldos que son un 40 o 50% más bajos. Quieren establecer lanzaderas para distribuir sus productos en Europa, por lo que solamente necesitan centros de logística en los países consumidores, pero se llevan el empleo fuera de esos países. Esto nos tiene que hacer pensar, y nos demuestra que luchar es el único camino para encontrar soluciones.”

 

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Cinco años de conflicto laboral

La corporación estadounidense The Coca-Cola Company es una de las compañías más reconocidas mundialmente. Sin embargo, esta Sociedad Anónima no gestiona el proceso de embotellado -o no en el sentido más estricto- pues vende su producto a numerosas compañías que se encargan de este proceso. La mayor embotelladora de The Coca-Cola Company es Coca-Cola European Partners, y su división Ibérica opera en España, Portugal y Andorra.

En una de las plantas de embotellamiento de esta compañía es donde ha tenido lugar uno de los conflictos laborales más famosos de España: la lucha de las trabajadoras de la planta de Fuenlabrada por conseguir la nulidad de un ERE que afectaba a más de 800 trabajadoras.

Desde que Coca-Cola European Partners anunció este Expediente de Regulación de Empleo (y el cierre de 4 plantas) en 2014, numerosos acontecimientos han sucedido. El primero fue la declaración de nulidad por parte del Tribunal Supremo, que supuso la readmisión de las empleadas (salvo aquellas que aceptaron una prejubilación) pero no la recuperación de funciones ni los salarios dictaminados por la justicia.

El 1 de octubre de 2015 que fuimos readmitidas, Coca-Cola no estaba pagando los salarios que había dictado la justicia. Incluso habiéndonos dado la justicia la razón, hemos tenido que seguir batallando contra la multinacional, y los periódicos decían que la empresa estaba cumpliendo cuando era mentira”, aseguraba Juan Carlos Asenjo, uno de los portavoces de ‘Coca-Cola en Lucha’, en una entrevista para la Cafetera de Radiocable emitida el 2 febrero 2018.

Después de cinco años de manifestaciones, concentraciones y reclamaciones judiciales de las trabajadoras, en noviembre de 2018, el conflicto laboral llegó a su fin con la negociación entre la Coca-Cola European Partners y los representantes de los trabajadores

Para permitir el cierre de ciertas plantas deseado por la compañía, el acuerdo recogía la promesa de reubicación de los empleados en un nuevo centro logístico y productivo de Madrid (o a máximo 70 km de la capital). Para la construcción de este centro se estableció un plazo máximo de dos años; una vez pasado este periodo, si la empresa no cumplía con su promesa, se procedería al pago de indemnizaciones a cada trabajador (con un importe variado en función de diferentes variables, como por ejemplo los años trabajados).

“…hemos puesto ese eslabón que hace falta para crear cadenas colectivas. Cualquier lucha, si se individualiza, se pierde”

Este acuerdo fue ratificado por el 90% de los trabajadores de la planta de Fuenlabrada, que desde entonces han percibido el 80% del salario medio. A los empleados con una edad comprendida entre los 52 y 61 años se les ofreció la prejubilación, y a los mayores de 61 la jubilación.

“Gracias a resistir hemos conseguido esta victoria. Han sido 5 años de vida, por lo que algunas compañeras lo han aguantado, y otras no. Pero al final creo que hemos puesto ese eslabón que hace falta para crear cadenas colectivas. Cualquier lucha, si se individualiza, se pierde”, sentencia Alberto Pérez, uno de los portavoces de ‘Coca-Cola en lucha’.

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